Lema del equipo Martos CTM: I see you (te veo)

I see you ... 

Martos CTM necesita patrocinio

   Mediante la presente entrada, con independencia a las conversaciones que se mantengan con la Concejalía de Deportes de esta localidad en aras a un apoyo institucional y económico (en consonancia con sus posibilidades), solicitamos patrocinadores externos los cuales, como es lógico, podrán publicitar su negocio o empresa en nuestras camisetas, chandals... ségun su aportación. Igualmente es imprescindible, al menos inicialmente ,una mesa reglamentaria (mínimo 19-22 mm de grosor) para jugar, vallas delimitadoras, una pequeña mesa y una silla para arbitrar, un marcador... Las maderas, las gomas y las bolas, en  principio, serían por cuenta de los jugadores. Ademas del citado coste de dicho material también hay que afrontar el importe de la inscripción del equipo en la Liga de División de Honor y de la ficha federativa de cada jugador, ademas de los gastos de locomoción o desplazamientos.

   Damos las gracias por anticipado a todos los interesados en el Martos CTM, con la advertencia de que ello es una oportunidad única ya que su nombre comercial se dará a conocer, a parte de en esta localidad, en otras de la provincia de Jaén por los desplazamientos propios de la Liga e, incluso, en otras provincias de Andalucía, de conformidad con los Torneos que se convoquen por la Federación Andaluza de Tenis de Mesa.
   Por último, debemos manifestar que, en el improbable caso de que nuestro Ayuntamiento no colaborara con el equipo, la inicial denominación del Club (Martos CTM), como es lógico, se sustituiría por otra que no hiciera mención a la localidad que, en un principio, representamos.

Martos CTM necesita patrocinadores

Bienvenida

   Algo toma forma... parece posible. No buscaba maestros, ni siquiera jugadores con alguna técnica o experiencia, solo personas ilusionadas, lo demás ya vendría. Después de casi tres años, intentando reunir jugadores para constituir un club de Tenis de Mesa en Martos (Jaén), es probable que la próxima temporada, 2015-16, nazca el primer equipo federado en División de Honor Andaluza en esta localidad.  Ahora milito en el equipo federado de otro pueblo (Mengíbar) en dicha categoría, al igual que otro paisano que también formará parte de este nuevo Club, compañeros a los que nunca podré agradecer lo suficiente los buenos ratos que han compartido conmigo y los que quedan, aunque, por motivos que no vienen al caso, esta Liga ya ha terminado para mi como jugador.

   El proyecto deportivo que ocupa mi mente, mi ilusión que ya es de algunos mas, ha dado un paso adelante. Queda mucho por hacer y un largo camino por andar, todo puede ocurrir, e incluso que yo mismo, por ciertas circunstancias, no pueda jugar, pero de uno u otro modo espero estar ahí, colaborando de la manera que sea más útil si me acompaña la Providencia.

   Doy la bienvenida a este Blog a todos los lectores y les agradezco emplear parte de su tiempo en este rincón de internet. Intentaré actualizarlo con información, tanto local como de temas generales sobre este deporte, por desgracia, tan increíblemente desconocido en su esencia: un motivo de ocio, una disciplina deportiva y hasta un "modus vivendi". Como ya dije en otro sitio es hora de ir "desde el pingpong al Tenis de Mesa". También aquí tendrán cabida ocurrencias, noticias relacionadas con el momento actual en que nos encontremos, curiosidades u otros aspectos que afecten, en general, a nuestro estilo de vida. No pretendemos hacer un blog típico y solo de tenis de mesa sino un lugar de desahogo y divertimento, tanto para conectar como para desconectar por algunos instantes del deporte que tanto queremos. 

   Al igual que en la película "Avatar", cuando no veían con los ojos físicos la apariencia externa sino, en el interior de la persona, su verdadera esencia, ahora "I see you" (te veo), tengo un sentimiento de que el Martos CTM  germinará. Ojalá, ahora mismo, yo tuviera mi "avatar".

                                                                                                                             por Joaquin Civantos